domingo, 8 de febrero de 2009

ENCANTAMIENTOS

ENCANTAMIENTOS PRODUCIDOS POR LA SEMILLA DEL HELÉCHO Y SUS PROPIEDADES Son en extremo maravillosos los encantos que se producen por medio de la simiente del helécho; como más adelante se verá, siempre que se observen para cogerla las prescripciones que establecen los antiguos magos, y particularmente San Cipriano.
En la verbena de San Juan, al dar las primeras campanadas de las doce, colocaréis una toalla o un paño de lino blanco debajo de una mata de helécho que ya habéis de haber elegido de antemano y bendecido en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, para que el demonio no pueda apoderarse de la planta. Realizadas estas operaciones, que pudieran llamarse previas, trazaréis un círculo determinado alrededor del helécho, colocando dentro de él a las personas que acudan a esta ceremonia. Colocadas dentro de dicho circulo las personas que pretendan la simiente del helécho, debe decir la letanía en voz alta para obligar al diablo a que se retire, el cual es indudable que pretenderá asustar a los concurrentes para que no consigan su propósito; pero al escuchar la letanía, que será precisamente la de los santos, todos los demonios se retirarán de aquel paraje. Terminada la letanía, se procederá al reparto de las simientes proporcionalmente a cada uno, sin que haya disputas ni contiendas, pues de otro modo, la simiente perderá toda su virtud. Palabras que todos deben decir mirando a la simiente del helécho "Simiente de helécho que en la verbena de San Juan fuiste cogida a la media noche en punto. Fuiste obtenida y caíste encima de un talismán, por lo cual deberá servirme para toda suerte de encantamiento, y asi como Dios es el punto humano de San Juan, así también toda persona por quien tú fueres tocada se encante conmigo.
"Todo esto será cumplido por el poder del gran Dios Omnipotente, por quien yo... (aquí se dice el nombre de la persona que hace la invocación) te cito y emplazo que no me faltarás por la sangre derramada por Nuestro Señor Jesucristo y por el poder y virtud de María Santísima, que sea conmigo y contigo. Amén". Al final de estas palabras, rezaréis el credo en cruz sobre la simiente, haciendo al terminar, la cruz sobre aquélla (sobre la simiente). De este modo queda la semilla con todo su poder y virtud, pasándola después por una pila de agua bendita. Hecho todo esto, las semillas se meterán en un frasco, tapándolas muy bien. Magia de las habas Matarás un gato negro precisamente un sábado al dar la primera campanada de las doce, y lo enterrarás en un terreno cercano a tu casa después de haberle metido una haba en cada ojo, otra debajo de la cola y otra en cada oido. Hecho todo esto, cubre de tierra al gato y ve a regarle todas las noches al dar la media noche, con muy poca agua, hasta que las habas hayan brotado, estén maduras. Cuando esto suceda, corta la mata. Llévatela a tu casa; pon luego las habas a secar para hacer uso de ellas cuando te pareciere. Colocada una haba en la boca tiene la virtud de hacerte invisible y, por tanto, puedes penetrar en cualquier lugar sin ser visto. Colocándote en la palma de la mano izquierda, apretándola con el dedo del corazón, y ordenando al diablo que se te presente, éste se te presentará, poniéndose incondicionalmente a tus órdenes. Ten presente que cuando fueres a regar las habas, se te aparecerán muchos fantasmas con el fin de asustarte y de impedir tu intento. La razón de esto es muy sencilla; no le agrada al demonio ponerse al servicio de nadie, si antes no se ha entregado a el en cuerpo y alma. No le asustes, por tanto, cuando se te presentare, por cuanto no puede hacerte mal, para lo cual debes hacer, ante todo, la señal de la cruz y rezar un credo. Magia con un hueso de cabeza de un gato negro Pon a hervir un caldero de agua con le&a de vides blancas y de sauce, y cuando vaya a romper el hervor mete dentro de ella un gato negro vivo, dejándole cocer hasta que se aparten los huesos de la carne*. Realizada esta operación, seqúense todos los huesos con un paño de hilo y coloqúese la persona que está haciendo esta suerte delante de un espejo, metiéndose hueso por hueso en la boca hasta que la imagen de la persona que realiza esta operación desaparezca del espejo, lo que supondrá que ese es el hueso que tiene la virtud de hacer invisible a la persona que lo llevase en la boca. Cuando quisieres ir a alguna parte sin ser visto, te meterás el hueso en la boca y dirás: "Quiero estar en tal parte por el poder de la magia negra". Es de advertir que no hay necesidad de introducirse en la boca todo el hueso para hacer la prueba del espejo; basta apretarle un poco con los dientes. Para vengarse de una persona y causarle mal Cuando quisieras vengarte de un enemigo declarado y que él ignore tu venganza, puedes hacer lo siguiente: • Deberá tenerse el gato en un saco o en una cesta bien atado para zambullirlo. Atarás a un gato negro que no tenga un solo pelo blanco en las patas traseras lo mismo que en las delanteras, con una soga de esparto. Realizada esta operación, llevarás al gato amarrado en la forma indicada a algún bosque o encrucijada de las más solitarias que pudieres hallar, y alli dirás lo siguiente: "Yo... (aquí debe decirse el propio nombre) de parte de Dios Omnipotente, mando que se me aparezca el demo­nio, so pena de desobediencia a los preceptos superiores. Yo, por el poder de la magia negra liberal, te mando, ¡oh demonio! Lucifer o Satanás, que te metas en el cuerpo de ... (aquí se dice el nombre de la persona a quien se desea hacer mal), a quien deseo causar mal, y asimismo te ordeno, en nombre de Dios omnipotente, que no te retires de su cuerpo mientras yo no tenga nada que ordenarte, y me hagas todo aquello que yo deseo, y consiste en... (aquí se dice lo que se desea que haga el demonio). "Oh, grande Lucifer, emperador de todo lo que es infernal, yo te prendo y detengo, y te amarro en el cuerpo de ... (Fulano) en la misma forma que tengo preso y amarrado a este gato negro. Con el fin de que hagas todo cuando hubieres realizado mis mandatos'. Cuando el demonio haya desempeñado su obligación, acudes al sitio en que hiciste el conjuro y le dices dos veces consecutivas: "Lucifer, Lucifer, aquí tienes lo que te prometí", y seguidamente sueltas el gato. La persona que ejecute este trabajo debe llevar consigo el Talismán de la calavera. Manera de obtener dos diablillos con los ojos de un gato negro Mataréis un gato negro que no tenga ni un solo pelo blanco o gris, y después de haberle sacado los ojos, los meteréis dentro de dos huevos puestos por una gallina negra, teniendo cuidado de que cada ojo debe quedar separado en cada huevo. Después de hecha esta opera­ción, los meteréis, perfectamente escondidos, dentro de una pila de estiércol de caballo, advirtiendo que es de necesidad que el estiércol esté y se conserve bien caliente mientras se generan los diablillos. Dice San Cipriano, que debe irse todos los días junto al montón de estiércol durante un mes que es el tiempo que tardan en nacer los diablillos. En la visita que diariamente debe hacer al estiércol que encierra ambos huevos, en los cuales se están engendran­do los diablillos, deberán decirse las siguientes palabras, a manera de oración: ¡Oh grande Lucifer! Yo te entrego estos dos ojos de un gato negro, para que tú, mi grande amigo Lucifer, me seas favorable en la súplica que haga a tus pies. Mi grande ministro y amigo Satanás, en vos entrego la magia negra para que pongáis en ella todo vuestro poder, eficacia y astucias con que os dotó el Ser Supremo, y que os dedicáis al daño y perjuicio de los humanos, pues a vos confío estos dos ojos de un gato negro para que de ellos nazcan dos diablillos, que me habrán de acompañar eternamente. Entrego mi magia negra a María Pandilla, a toda su familia y a todos los diablos del infierno, mancos, ciegos y tullidos, para que de aquí nazcan dos diablillos que me suministren dinero, porque yo quiero dinero por el poder de Lucifer, mi amigo y compañero de ahora en adelante". Haced cuanto queda dicho y al fin de un mes, día más día menos, os nacerán dos diablillos que tendrán la figura de un lagarto pequeño. Una vez realizado el nacimiento, ponedlos dentro de un canuto de marfil o de boj y les daréis de comer limaduras de hierro o de acero. Cuando estuviereis ya en propiedad de estos engendros del infierno, podéis realizar cuanto quisiereis, y, por ejemplo, si queréis dinero, bastará abrir el canuto y decir: "quiero dinero", cosa que os aparecerá inmediatamente, pero con la condición única de que con él no podréis dar limosnas a los pobres, ni tampoco mandar decir misas, por ser dinero procedente del demonio. HECHIZOS POR MEDIO DE UN MURCIÉLAGO El murciélago ha sido uno de los animales que emplea­ron los magos primitivos para encantar a las personas. Cuando quisieras servirte de él, lo harás en la siguiente forma y para casos que se indicarán. Para hacerse amar Supongamos que una joven o una señora cualquiera desea casarse con una persona determinada, a la mayor brevedad posible, debe obrar en la forma siguiente: Adquiérase un murciélago y pásele por los ojos una aguja enhebrada con un hilo fuerte. Realizada esta operación, tanto la aguja como el hilo, han adquirido fuerza de hechizo y se empleará dando cinco puntos en forma de cruz con ella, en un objeto que pertenezca a la persona a quien se quiere encantar, pronunciando las siguientes palabras: Fulano o fulana (se dirá el nombre), yo te hechizo por el poder y fuerza de Luzbel, Beizebuth y Astaroth para que tú no veas ni el sol ni la luna, en tanto que no te casares conmigo. Por tanto, te conjuro a que lo hagas en el improrrogable plazo de ocho días, so pena de apelar a otros hechizos más poderosos. Luzbel, Beizebuth, Asta­roth, confirmad mi deseo y obligad a ... (aqui se dice el nombre) a que se subyugue en cuerpo y alma a los míos". Ejecutado todo esto, hechizada la persona, ésta no tendrá un punto de sosiego, ínterin no se una a aquélla que produjo el hechizo. Si más adelante no quisiera unirse a la persona a quien hechizó, debe quemar el objeto con que se hizo el hechizo. Otra fórmula para hacer lo propio Matad dos murciélagos, macho y hembra, de manera que podáis aprovechar su sangre, la cual mezclaréis, agregándole unas cuantas gotas de espíritu de sal de amoniaco, metiendo todo esto en un frasco de vidrio de dimensiones cómodas, a fin de que siempre podáis llevarlo en el bolsillo. Cuando deseaseis hechizar a un joven, lo mismo que cuando ésta quisiere hechizar a un hombre, es suficiente con darles a oler el contenido del frasco. Para ser bruja Al tocar las doce de la noche del sábado tercero de un año bisiesto, tendrás encendido en la cocina un fuego, cuyas brasas estarán colocadas en un caldero de cobre en el cual arrojarás el corazón de un macho cabrio, el ojo de un cocodrilo, un sapo vivo y un cuarterón de azufre: cuando esto humee, empezarás a desnudarte, y te untarás el cuerpo con manteca de Cóndor; coge después una escoba de caña y colócala entre tus piernas como si montaras a caballo, teniendo precaución de tener abierta la ventana de la cocina; en seguida pronunciarás esta frase. Adonay, Sibila, Tiberina, Hermes, Magos, Dragones infernales, Moloch Moloch Demolay, espíritus inferna­les. Gran Pitosina de Endor, sombras que a estas horas vagáis por el reino de las tinieblas, espíritus diabólicos, hijos de Satanás, admitidme en vuestras saturnales y en vuestros aquelarres; dadme vuestra gracia y el valor y la ciencia necesarios para practicar el bien y el mal; dadme parte en vuestras acciones, vuestras alegrías y vuestros tormentos. El fuego que el macho cabrio que os preside arroja por la boca, inflame mi pecho y me haga acreedor a sus caricias. Del rey de la noche, y de vosotros soy esclavo y siervo en cuerpo y alma, a vosotros me entrego. Tenebras filio aspak Phares Niskhap Nisan". Ya acabada esta invocación, sentirás un movimiento en la escoba del que no debes asustarte, porque es prueba de valor a la que Satanás te somete; si la resistes saldrás por la ventana montada en la escoba, desaparecerás por los aires, y serás conducida al aquelarre de las brujas. Oración para librarse de los malos espíritus En nombre del Señor. En quien hizo el cielo y la tierra. En el Señor con vosotros. Y con tu espíritu. Contra tí, espíritu rebelde, por los méritos de las llagas de Cristo, invocando el auxilio divino y la virtud del dulcísimo nombre de Jesús junto con el de la Sagrada Virgen María, de los santos Angeles y beatísimos apósto­les, mártires, confesores y vírgenes y todos los santos, conjuro contra tí y mando que te alejes, haciendo disolver cualquier maleficio que hayáis echado, y cualquier male­ficio yo lo disuelvo en nombre de Jesús de Nazaret, y deseo que se disuelva, y te ato con el precepto formal de obediencia para que no puedas permanecer ni volver a hacer venir a otro, y no puedas perturbar ni maleficar, bajo las penas de permanecer continuamente en el fuego, y azufre ardiendo por millares de años. En el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que vive y reina con el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Amén. Se recorre luego la casa, haciendo cruces con agua bendita y un instrumento cortante en cada pared diciendo: "He aquí la cruz de nuestro Señor Jesucristo Salvador del mundo; marchaos, espíritus maléficos". Medalla y oración para que todo el que la traiga consigo, o la leyere, esté a salvo de hechizos y maleficios La medalla la llevarás contigo y ha de ser la que tiene en el centro el Señor y letras griegas, rodeada de rayos para indicar que su nombre llega por todas partes. No te la pondrás encima sin haber hecho ayuno riguroso por espacio de nueve días, y la llevarás tanto de día como de noche. La oración es la siguiente: Tú que eres Dios fuerte y poderoso, que moras en la grande cumbre y eres santo y elevado en todos tiempos. Dios y Señor conozco tu santo nombre, y lo amo de todo corazón, hoy todo mi firme y puro corazón y toda mi voluntad, pongo en tu amor y en tus mandamientos para que me guardes y me envíes tu amor y misericordia, porque rompas y desates todos los hechizos de día y de noche, y porque a tu santo nombre huya todo enemigo de aquél y de aquélla que sobre si trajera esta oración, o le fuera leída tres veces al año en tres domingos diferentes y con ella librados y desatados de todo mal y de todos males hechos su obra aprovechen, y tu señor les guardes de todas sus asechanzas por el santo nombre de Dios glorificado y ensalzado en el cielo y en la tierra". TALISMANES Se llama talismán a toda medalla sobre la cual se hayan estampado o grabado caracteres hebraicos que tienen virtudes maravillosas, según la constelación bajo la cual se imprimió, para curar enfermedades, alejar tormentos, destruir cosas nocivas, dar a los hombres honores y riquezas, hacer felices los viajes y negocios y producir prodigios. Su uso se remonta a la más lejana antigüedad, y ha sido y es propio de todos los países y de todos los tiempos. Los egipcios usaban como valioso talismán la figura de un escarabajo. Los griegos daban a los talismanes diferentes nombres, según las propiedades que les atribuían. Los romanos tenían pequeñas figuras de bronce que llevaban consigo. La "buya" o dije de oro que los generales o cónsules llevaban al cuello en la ceremonia de la Ovación, conte­man talismanes. Lo que llamamos actualmente "higa", que no es más que la figura del puño cerrado sacando el dedo pulgar entre los dos inmediatos, era otro de los talismanes más usados. Los gentiles llevaban colgada del cuello una de estas figuras, con la que creían preservarse del "mal de ojo". Los moros las usan aún; y entre nosotros no se ha desterrado todavía poner una "higa" entre los dijes que se prenden del cuello de los niños. Puede decirse que los talismanes son jeroglíficos de los egipcios, que han sido los promotores de esta práctica, que representaban las imágenes de Isis, Serapis y Osiris, símbolos del Sol, de la Luna y de la naturaleza; los hebreos tenían los caracteres de su escritura, y les estaba vedado trazar en ellos ninguna otra figura. Los rabinos, que hacían profesión de filosofía oculta, eran afectos en su teología y en los misterios de su religión a emplear palabras sagradas para hacer hablar a los oráculos; empleaban en sus prácticas encantamientos, sortilegios y adivinaciones. Se ve frecuentemente en sus cuadriláteros y triángulos figurar los nombres de Jehovah, Adonai, Sabaoth, etc., a los cuales atribuían el poder de preser­varles y sacarles de los mayores males y peligros. Sus talismanes, que han sido conservados, estaban trazados sobre trozos de pergamino, o en láminas de oro, de plata, de cobre o de plomo. Los talismanes superiores se representan frecuente­mente por imágenes astrológicas, es decir, por las figuras de los planetas o constelaciones, y tales talismanes tienen por objeto preservar de los naufragios, de las enfermeda­des, de las tempestades, de la muerte violenta, etc., mezclando con nombres profanos el de Dios, el de Nuestro Divino Salvador y el de los Angeles y Santos. En cuanto a los talismanes de los judíos, representaban un Pentodo donde estaban escritos, en un lado, los nombres de los ángeles, y en el otro, los nombres de Dios. Algunas veces se compoma sólo de las primeras letras de los versículos de los salmos. Más tarde casi no se conoció otro talismán que el de Paracelso, que era una pequeña medalla en la que estaba estampada la serpiente de bronce de Moisés. En general, y según ya hemos dicho, un talismán es una reliquia a la que se atribuye determinado poder. Estos talismanes no pueden ser indiferentes, ni tampoco grabar­se a capricho ni consagrarse en cualquier día de la semana. Hay talismanes del Sol, Dragón Rojo, Llave de los pactos. Poder magnético, de la Suerte, Venus, Caburé, Estrella Mágica, Calavera y otros, cada uno de los cuales tiene su virtud para determinado género de cosas. Simon Conde Tanur